La nueva regla del 30 % de almacenamiento en México: cómo se convierte en una ventaja energética competitiva 

Baterías BESS utilizadas en proyectos solares industriales

¿Qué cambia con esta nueva regulación energética en México?

Desde marzo de 2025, la política energética en México comenzó a marcar un nuevo rumbo:

En un foro en el Senado, el subsecretario Jorge Islas anunció que todos los nuevos proyectos solares deberán incluir almacenamiento equivalente al 30 % de su capacidad, con al menos tres horas de descarga.

Ese mismo mes, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) publicó los Lineamientos Técnicos para la Integración de Sistemas de Almacenamiento (DACG A/113/2024), que regulan su conexión al Sistema Eléctrico Nacional.

Aunque el cambio normativo específico aún no ha sido formalizado en el Código de Red, estos anuncios ya trazan la dirección técnica y regulatoria que marcará el desarrollo de nuevas centrales intermitentes hacia 2028.

 Pero más allá del cumplimiento, ¿y si esta obligación fuera en realidad una oportunidad estratégica? 

 Ya lo advertía una nota reciente en Expansión ESG: el almacenamiento se está convirtiendo en el verdadero eslabón crítico para la transición energética. Sin este componente, muchas de las metas climáticas y de competitividad industrial corren el riesgo de quedar incompletas. 

Más allá del cumplimiento: ¿por qué el almacenamiento es una ventaja estratégica?

México atraviesa una etapa crítica: zonas industriales del norte y del sureste están experimentando veranos cada vez más intensos, con picos de consumo eléctrico y apagones localizados. Algunas de las principales industrias del país, como la automotriz, la hotelera, la manufacturera y la de alimentos, ya lo están resintiendo en su operación diaria. 

Y si bien se ha hablado poco en medios, el acceso a infraestructura eléctrica también está cambiando: cada vez más desarrollos industriales reportan altos costos por KVA’s y disponibilidad limitada de red pública. CFE ha comenzado a ofrecer precios más altos por capacidad, lo que está obligando a muchas empresas a buscar soluciones privadas o combinadas. 

En este contexto, el almacenamiento ya no es un lujo: es un recurso esencial. 

⚡ El dato que cambió el panorama global

Nos tomó 68 años alcanzar el primer terawatt de capacidad renovable instalada en el mundo. En solo 2 años lo duplicamos. 

Ese ritmo también se está replicando en almacenamiento: según la Agencia Internacional de Energía (IEA), la capacidad global de almacenamiento en baterías (BESS) pasará de 86 GW en 2023 a más de 760 GW en 2030, lo que representa un crecimiento superior al 800 % en menos de una década. 

La energía solar duplicó su capacidad instalada en solo 2 años, mientras que el almacenamiento BESS crecerá más de 800 % antes de 2030. Fuente: Ember e IEA.

Así lo explica nuestro director comercial Víctor Mejía en esta entrevista publicada en Mundo Ejecutivo, donde destaca que el almacenamiento no solo mejora la continuidad operativa, sino que también permite a las empresas liberarse del modelo tradicional de consumo eléctrico y aprovechar el peak shaving como ventaja competitiva. 

“El almacenamiento dejó de ser un accesorio técnico: hoy es la columna vertebral de cualquier estrategia energética resiliente. Permite ahorrar, anticiparse a riesgos y crecer sin estar atado a las limitaciones de la red.” 
– Víctor Mejía, Director Comercial de Energía Real 

¿Qué es peak shaving y load shifting? (y por qué te conviene)

El load shifting, o desplazamiento de carga, consiste en trasladar el consumo eléctrico desde los periodos de alta demanda (horarios punta), donde la energía es más cara o limitada, hacia periodos de menor demanda (horarios base), utilizando energía previamente almacenada. Esta estrategia permite optimizar el costo de la electricidad y mejorar la eficiencia operativa. 

Por su parte, el peak shaving busca reducir la demanda eléctrica máxima registrada, activando fuentes de energía alternativas, como baterías, durante los picos de consumo. Esto contribuye a minimizar sobrecargos por demanda, mejorar la estabilidad de la red interna y reducir la exposición a penalizaciones tarifarias. 

En conjunto, estas estrategias permiten una gestión inteligente de la energía, aliviando la presión sobre la red y optimizando los costos energéticos. 

Además, los sistemas de almacenamiento de energía (BESS) no solo permiten ejecutar estas estrategias, sino que también garantizan la continuidad operativa ante interrupciones en el suministro eléctrico, asegurando la resiliencia de los procesos críticos en entornos industriales. 

¿Quiénes ya están aprovechando los beneficios del almacenamiento de energía?

Aunque este nuevo cambio en soluciones de almacenamiento estaría especialmente dirigidas a generadores de gran escala y centrales con capacidades superiores a los 700 kW de potencia instalada, cada vez más empresas están adoptando baterías como un componente estratégico de su infraestructura energética. 

Algunas organizaciones han comenzado a incorporar sistemas de almacenamiento no solo para gestionar mejor su demanda eléctrica, mediante estrategias como load shifting y peak shaving, sino también para garantizar la continuidad operativa, reducir su exposición al riesgo tarifario y avanzar en sus objetivos de sostenibilidad. 

  • En automotriz, compañías como Huf Group ya operan modelos que combinan generación distribuida, almacenamiento y monitoreo continuo. 

📈 Consulta playbook Automotriz  

  • En hotelería, Nickelodeon Hotels (Grupo Lomas) integró baterías para garantizar resiliencia operativa en alta demanda estacional. Se integraron soluciones de Generación Distribuida con BESS (almacenamiento de energía). 
    📈 Consulta Playbook Hotelero 

 

Conclusión: el almacenamiento como ventaja competitiva energética

La regla del 30% podrá marcar un punto de inflexión: no solo redefine cómo deben desarrollarse los proyectos solares en México, sino que revela lo urgente que se ha vuelto transformar nuestra infraestructura energética desde adentro. 

El almacenamiento ya no es una tecnología del futuro. Es el sistema nervioso de una operación resiliente, adaptable y preparada para lo que viene: más calor, más demanda, más presión sobre la red… y más oportunidades para quienes se anticipen. 

En Energía Real, diseñamos soluciones energéticas que integran generación, almacenamiento, suministro y monitoreo bajo un mismo modelo, con cero inversión y con foco en resultados reales. Sabemos que no hay una fórmula única: por eso cada proyecto se diseña a la medida de lo que tu empresa necesita. 

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